En el cielo y el mar, tú y yo nos conocimos. 

Yo con mis olas constantes te saludaba. 

Tú con tus vientos de lejos me alababas. 

Yo, por los cambios en la luna, provocaba marea alta.

Tú, por los cambios de temperaturas, te desatabas. 

Tan lejos pero a la vez tan cerca, tú y yo en la tormenta. 

Tan solos pero a la vez tan ciegos, tú y yo en la distancia. 

En el cielo y el mar, tú y yo nos enamoramos. 

Yo con mi marea baja te esperaba enamorada. 

Tú con tus vientos altos me admirabas cada mañana. 

Yo por la luna nueva te esperaba detrás de la montaña. 

Tú por los picos de temperatura te escapabas y me visitabas. 

Tan enamorados, pero tan disfrazados, tú y yo en esta historia. 

Tan encantados, pero tan lastimados, tú y yo en esta leyenda.

En el cielo y el mar, tú y yo nos separamos. 

Yo con mis barcos hundidos te desesperaba. 

Tú con tus gaviotas me engañabas cada semana. 

Yo por las lunas llenas me transformaba en otra dama. 

Tú por las estaciones te disfrazabas como fantasma. 

Tan engañados como para llenar esta historia de mentiras. 

Tan estúpidos como para creer que íbamos a funcionar en esta vida. 

En el cielo y el mar, tú y yo nos reencontramos. 

Yo con mis kilómetros de mar nunca me cansé de buscarte. 

Tú con tus constantes viajes nunca te cansaste de encontrarme. 

Yo por las noches de luna llena te admiraba a la distancia.

Tú por las tormentas te acercabas a ver qué pasaba. 

Tan cansados, pero a la vez tan enamorados, tú y yo en este poema. 

Tan viejos, pero a la vez tan nuevos en esto, tú y yo en este lienzo.